Cómo mantener a los empleados comprometidos y motivados

¿Cómo mantener a los empleados verdaderamente involucrados en la empresa, motivados y comprometidos con la labor que realizan? A través de lo que se define como “talent management”, podemos recurrir a estrategias para alcanzar esta meta, en dos direcciones: por un lado, como reclutadores, para crear una cultura de empresa positiva y comunicativa; por otro, como managers, para reforzar el compromiso en el trabajo del día a día.

Así, existen una serie de estrategias que podemos poner en práctica en ambas direcciones:

• Definir claramente los objetivos y la visión de trabajo: La falta de claridad en el rol del empleado incide directamente en la productividad. Según el informe State of the American Workplace -elaborado por la consultora Gallup en 2018-, solo 60% de los empleados encuestados afirmaron tener claro qué se esperaba de ellos en el trabajo. Un buen reclutador debe comunicar lo que se espera del nuevo empleado y de su trabajo. De la misma forma, el manager debe establecer una guía clara de los objetivos y de su visión respecto a un nuevo proyecto para hacer el trabajo más fácil y más efectivo. Estos aspectos inciden directamente en la productividad del trabajador y en su realización profesional. Por el contrario, aportar unas directrices y cambiarlas sin informar al empleado o al equipo de trabajo hará que el tiempo empleado y el trabajo realizado no valgan para nada, lo que provocará en los empleados descontento profesional.

• Feedback, feedback y más feedback: Es un aspecto que no se tiene en cuenta y que es un gran factor de motivación. Si los empleados no reciben feedback, positivo ni negativo, su desempeño profesional no varía. ¿Resultado? Monotonía y aburrimiento. Tanto managers como reclutadores deben dar feedback positivo y negativo, tan pronto y tan a menudo como sea posible, y reconocer el trabajo realizado. Agradecer un trabajo bien realizado o un esfuerzo especial no es una práctica habitual en el entorno laboral, así que marca la diferencia.

• Ser creativo y presentar constantes retos: Junto con la comunicación, es la regla de oro para evitar el aburrimiento y la monotonía en el trabajo. La creatividad, tanto en la cultura de empresa como en el trabajo del día a día, y el otorgar nuevas responsabilidades que no se hayan asumido antes hace que los empleados se sientan valorados y motivados respecto a su trabajo.

• Tener en cuenta las opiniones y visiones de empresa de todos los involucrados: Ante un proyecto nuevo, debemos encontrar un modo de que todos los empleados se sientan involucrados en la toma de decisiones, en la planificación y en la puesta en marcha del mismo. Cuando se participa de forma activa (no solo haciendo las tareas asignadas) en un proyecto, se siente como propio y se trabaja en consecuencia.

• Prestar especial atención a los empleados con un alto potencial: Al fin y al cabo, son los que más posibilidades tienen de encontrar ofertas más atractivas. Crear y potenciar una cultura de empresa clara y transparente y presentarla durante el proceso de reclutamiento, así como gestionar un equipo con una misión y una visión claras minimiza las posibilidades de que un empleado con alto potencial se nos escape, y mejora el desempeño profesional.

En definitiva, valorar el trabajo de los miembros de un equipo y crear una cultura de trabajo positiva ayuda a mantenerlos comprometidos con la empresa y motivados, pero sin duda es fundamental tener buenas políticas de promoción y desarrollo profesional de la empresa para que puedan tener una carrera profesional larga y satisfactoria dentro de la compañía.