3 claves para impulsar la motivación laboral
el 27/01/2022
Las empresas coexisten actualmente en entornos altamente competitivos y desafiantes. Y para salir airosas de todos los retos que se les presentan, necesitan el compromiso de sus empleados. Principalmente, porque sus departamentos de Recursos Humanos saben bien que la rotación de personal es uno de los aspectos que más dañan sus cuentas, debido a todos los costes que genera: de selección, de formación, de salarios, de despidos, etc.
Por ello, a la larga, para ellas es mucho más rentable desarrollar una cultura de retención a través de la motivación laboral. Así que en Fed Finance vamos a contarte los motivos por los que es recomendable invertir en estas prácticas.
¿Por qué es importante la motivación laboral?
A principios de 2020, un estudio desveló que entonces el 90 % de las star-ups y de las scale-ups tenían problemas para retener el talento. Para la mayoría de ellas (60 %) lo habitual era que sus profesionales permanecieran en la empresa entre uno y tres años; un período breve que, en la mayoría de casos, era la consecuencia de sus malas políticas. Y es que, por ejemplo, solo el 25 % de estas organizaciones ofrecían programas de formación y desarrollo, y tan solo el 5 % escuchaban a sus empleados mediante estudios de compromiso.
Además, curiosamente, el 75 % de las empresas participantes en el estudio manifestaban tener un programa de onboarding para sus profesionales recién llegados. Un claro contraste que reflejaba probablemente cierta tendencia generalizada a despreocuparse del empleado una vez que este ya estaba arraigado.
La moraleja de todo ello es que las organizaciones deben velar en todo momento por el bienestar de los suyos. Es fundamental que trabajen constantemente para que se sientan cómodos, valorados y se impliquen, tanto con su filosofía como con sus objetivos. Los datos así lo reflejan, ya que según desvela Hubspot, el 69 % de los empleados aseguran que trabajarían más duro si sintieran que sus esfuerzos son mejor reconocidos.
Y esto precisamente viene a ser la motivación: impulsar a los profesionales para que quieran mejorar, evolucionar y progresar constantemente, con el fin de que puedan alcanzar tanto los objetivos comunes como sus metas personales.
3 maneras de motivar a los empleados en una empresa
Pero, ¿cómo lograr motivar a los trabajadores para que su compromiso sea total y se sientan felices de aportar su granito de arena? Aquí te dejamos tres consejos:
Crear un buen entorno de trabajo, basado en un clima de confianza y en una comunidad sólida
Este es uno de los primeros aspectos a tener en cuenta, porque será difícil – por no decir imposible – conseguir que un empleado esté cómodo si el ambiente que le rodea no es favorable. En consecuencia, se recomienda crear canales de comunicación interna, promover y organizar actividades sociales y lúdicas, fomentar las reuniones y celebraciones fuera del horario laboral…
Y junto a ello, también será importante que la empresa favorezca la creatividad y acepte adoptar diferentes puntos de vista. Porque el empleado siempre estará agradecido si tiene margen y autonomía para encarar sus tareas, así como si participa de algunas de las tomas de decisiones de la organización.
Preocuparse por los trabajadores y definir adecuadamente sus roles
Cada miembro de la empresa ha de tener claro cuál es su papel y cómo debe desempeñarlo. En el fondo, una organización no es más que un engranaje complejo, donde cada una de sus piezas es importante para el resultado final. Por eso, sus responsables deben apuntar siempre a objetivos realistas y ajustar sus expectativas a las capacidades individuales de cada uno de sus empleados.
Y en este sentido, deben adoptar medidas para poder escuchar a sus trabajadores y para que estos puedan opinar sobre la propia empresa. La autocrítica puede ser enormemente valiosa si se hace con el propósito de mejorar, por lo que cada empleado debe tener siempre abiertos sus canales de comunicación para aportar sus ideas o sus propuestas para el cambio.
No en vano, la tendencia actual es hacia modelos híbridos de trabajo, donde la flexibilidad y la conciliación laboral sean las protagonistas; y las empresas modernas no pueden dar la espalda a estas líneas de actuación.
Favorecer el desarrollo y el crecimiento del empleado
Tras pasar un tiempo haciendo el mismo trabajo, las personas pueden interpretar su situación desde dos perspectivas. Por un lado, la conservadora y cómoda, si se conforman con mantenerse como están y no se preocupan de más; y por el otro, la ambiciosa e inquieta, si perciben que se están quedando encasilladas y que todavía pueden aportar mucho más. Pues bien, si el segundo grupo no ve satisfechas sus aspiraciones, puede acabar experimentando el denominado síndrome de estancamiento laboral.
Lógicamente, aquellos empleados que son ambiciosos necesitan estar permanentemente motivados y tener una sensación de progreso. Así que las empresas deben plantearles retos constantes e incentivarles para que los aborden. Y todo ello sin olvidarse de poner a su disposición los medios materiales y humanos necesarios para que consigan su crecimiento profesional, ni de invertir en programas de formación.
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