Cómo aplicar la regla del ‘silencio incómodo’ en una entrevista de trabajo
el 23/03/2022
En la comunicación humana, el silencio tiene distintos sentidos e interpretaciones culturales. La omisión de sonidos de manera intencionada puede decir tanto o más que la pronunciación de palabras, de forma que el hecho de callar constituye un recurso de interés para interacciones importantes, como una entrevista de trabajo. Incluso tanto como para que algunos referentes en oratoria y liderazgo recomienden la regla conocida como ‘silencio incómodo’ para impactar en los interlocutores.
Hoy en Fed Finance queremos contarte en qué consiste esta técnica y cómo puede utilizarse en el contexto de una entrevista de trabajo.
El motivo por el que el silencio suele interpretarse como algo incómodo
Por lo general, la aparición del silencio durante una conversación que estaba siendo fluida hasta ese momento genera incomodidad. Y detrás de esta sensación hay razones científicas, tal y como señaló en 2017 un estudio publicado en los Países Bajos. Según este, la irrupción repentina del silencio provoca inquietud, porque rompe la conversación y genera dudas en las personas que participan en la conversación. Estas se preguntan el motivo por el que se ha producido y si ha habido algún comentario que haya molestado a uno de los interlocutores.
¿Y cuánto tiempo debe durar el silencio para que se considere como ‘incómodo’? El citado trabajo desveló que 4 segundos es el tiempo medio que necesita para alterar la tranquilidad de las personas. Menos tiempo es entendido como una pequeña pausa comunicativa, mientras que más se suele interpretar como algo extraño y que responde a una motivación de alguno de los participantes en la comunicación.
¿Qué es la ‘regla del silencio incómodo’?
En la comunicación, cada detalle puede marcar la diferencia. Y aunque la utilización del silencio con una intención comunicativa es inherente al ser humano, ha terminado por convertirse en un recurso de éxito que grandes ‘gurús’ empresariales han puesto en práctica en numerosas ocasiones. De ahí que el consultor y escritor Justin Bariso haya puesto nombre a esta acción: la ‘regla del silencio incómodo’.
Este experto en Inteligencia Emocional la describe como una decisión en la que, tras enfrentarnos a una pregunta complicada o desafiante, hacemos una pausa y pensamos profundamente cómo queremos responder. De esta forma, evitamos responder de inmediato y no ofrecemos una solución impulsiva, sino equilibrada.
Entre los mejores referentes de esta técnica, Bariso destaca a Jeff Bezos (fundador de Amazon) y al empresario e ingeniero Tim Cook, quien relevó a Steve Jobs al frente de Apple. De hecho, el propio Jobs utilizó brillantemente esta regla en 1997, cuando, tras recibir un severo reproche durante una conferencia de desarrolladores, se sentó, pensó, bebió agua y comenzó a contestar pausadamente, antes de volver a detenerse unos segundos. Todo ello para acabar dando una larga respuesta, que hoy muchos recuerdan como paradigma de la ‘regla silencio incómodo’.
La utilidad del ‘silencio incómodo’ en una entrevista de trabajo
El hecho de quién es el causante del silencio es un aspecto particularmente importante en conversaciones que están dirigidas por una de las personas que participan en ella. El mejor ejemplo es el de las entrevistas de trabajo, donde lógicamente el reclutador es quien marca el ritmo, plantea las preguntas y orienta el sentido de toda la comunicación. Por eso, el silencio podrá tener diferentes usos, en función de quién sea el que recurre a él.
Así, por un lado, y tras recibir una respuesta del candidato, un entrevistador podrá callar para ponerle a prueba. Y, a través de su reacción, verá cómo afronta situaciones incómodas, si consigue mantener la calma o tiene capacidad de improvisación. Aunque, en cualquier caso, es importante destacar que el aspirante no está obligado a romper el silencio una vez que ha terminado de responder, porque el peso comunicativo recae en quien hace las preguntas.
En cambio, visto desde la óptima del mencionado candidato, recurrir a esta regla puede ser muy útil. Esencialmente, para que gane tiempo para dar la mejor respuesta ante una pregunta difícil que se le haya planteado. Aunque como destaca Bariso, hay en realidad es una solución mucho más poderosa, porque también permite establecer un equilibrio entre la razón y lo emocional. De esta forma, sus ventajas son:
- Pone el foco de la atención en la persona que realiza la pausa, por lo que contribuye a dar importancia a su respuesta posterior.
- Es un ejercicio de raciocinio, ya que permite buscar tranquilamente la respuesta más apropiada e inteligente ante la cuestión que se ha planteado.
- Permite profundizar en el tema y llegar a la raíz del asunto. Con una pausa tranquila, se evitan respuestas precipitadas de las que luego quizá nos podamos arrepentir.
- Es sinónimo de personalidad. Como acabamos de ver, el silencio genera inquietud, pero usarlo con sentido equivale a tener un pleno dominio de la situación y a no arrugarse ante las situaciones incómodas.
- Potencia la autoconfianza. Recurrir a la ‘regla del silencio incómodo’ ayuda a que la persona se recomponga y encuentre el equilibrio mental que necesita para afrontar el momento posterior a una pregunta incómoda.
Como ves, si lo usas con intencionalidad y de forma controlada, hasta un silencio prolongado puede jugar claramente a tu favor en una entrevista de trabajo. Por eso, no temas hacer estas pausas de 10 o 20 segundos, porque a algunas de las mentes más importantes de nuestro tiempo les ha funcionado a la perfección.
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