Cómo responder a preguntas imprevistas en una entrevista de trabajo
el 16/02/2022
Existen multitud de maneras de encarar y preparar las entrevistas de trabajo, porque cada persona tiene sus propios rituales y métodos. Algunas prefieren tener el mayor número de aspectos bajo su control, mientras que otras son más partidarias de comportarse con naturalidad, para demostrar su capacidad de creatividad e incluso sorprender gratamente al entrevistador.
Sin embargo, existe el temor extendido de que, durante esos minutos claves, surja alguna cuestión extraña o totalmente imprevista. En ocasiones, los reclutadores tratan de pillar con el ‘pie cambiado’ al candidato, precisamente para valorar su espontaneidad y su facilidad para improvisar.
En Fed Finance somos especialistas en los procesos de contratación dentro del sector financiero, por lo que queremos proponerte cinco consejos para poder afrontar con garantías preguntas imprevistas que surjan en una entrevista de trabajo.
Calma ante todo… y que no cunda el pánico
El autocontrol y la capacidad para mantener la tranquilidad son aspectos fundamentales para que la entrevista no se salga de los cauces recomendables. El candidato debe conservar ante todo la calma y no transmitir una sensación exagerada de nervios, porque eso afectará a su imagen e incluso puede propiciar que el encuentro se eche a perder.
En este caso, es importante dar el valor que tiene a la pregunta. Es decir, una entrevista es una reunión donde se valoran y se tienen en cuenta muchos aspectos; y no necesariamente esta cuestión vaya a determinar su resultado. Por eso, aunque no sepamos bien qué responder ante esa interpelación, no debemos dejar que este pequeño traspiés nos condicione para los minutos siguientes.
Sé sincero, pero no para decir que no sabes
Por supuesto, la verdad debe ser tu mejor aliada para afrontar con garantías cualquier entrevista de trabajo. Las mentiras no van a ningún lado, pues tarde o temprano estas pueden acabar destapándose si el candidato supera el proceso de selección.
Así pues, hay que decir las cosas como son. Y si la pregunta te hace quedar en blanco, tómate unos segundos para pensar antes de decir que no lo sabes. En estos casos, puedes pedir que te reformulen la pregunta, o que te la expliquen mejor con un ejemplo, si es posible. Con ello, podrás ganar algo de tiempo para pensar, o quién sabe, incluso podrás entender mejor el asunto para poder abordarlo con más facilidad.
El cómo a veces importa más que el qué
En algunas ocasiones, el entrevistador formulará la pregunta con una intención más profunda que la de conocer la respuesta exacta. Y es que, a la hora de reclutar nuevos trabajadores, también es importante discernir las aptitudes que tienen estos para resolver problemas, así como las estrategias que son capaces de preparar para intentar de llegar a la solución.
Es decir, es posible que en esta pregunta imprevista lo relevante no sea responder con lo correcto, sino encarar adecuadamente el asunto y trazar una línea de actuación. Lo que significa que probablemente sea bueno que afrontes el tema desde un punto de vista analítico y práctico, y que des casi más importancia al cómo que al qué.
Prepara un recurso con antelación
Tanto si te pilla desprevenido una cuestión como si te quedas en blanco, es recomendable tener un recurso preparado para salir del paso con éxito. Este te servirá para hacer un impás en la entrevista y crear un momento de distensión, y de paso, te ayudará a ganar tiempo para poder pensar en la respuesta a la pregunta que te acaban de formular.
Para ello, será suficiente como ir a la entrevista con una historia, anécdota o referencia en mente que pueda ser útil para apoyar y adornar tu discurso. De hecho, puedes hablar sobre alguna experiencia profesional previa que hayas tenido, o sobre algo importante de tu vida que diga bastante sobre tu forma de afrontar las cosas. Esto probablemente le será muy útil al entrevistador para conocerte y además te permitirá relajar el ambiente antes de retomar la pregunta imprevista.
No temas a la improvisación
Se suele decir que quien no arriesga no gana. E improvisar puede ser una magnífica forma de hacerlo en las situaciones de incertidumbre y dudas. Evidentemente, esto dependerá de la capacidad personal para hacerlo adecuadamente, pero a poco que tengas cierta flexibilidad, probablemente merezca la pena que te lances y articules una respuesta inmediata.
En cualquier caso, si te atreves a hacerlo, no olvides que lo que digas debe ser totalmente coherente e ir en la línea de tu discurso. No tiene sentido comentar algo que contradiga lo dicho anteriormente, o que no sea representativo de ti. Y es que no basta con improvisar cualquier cosa, sino que es necesario que tu respuesta encaje contigo.
Hasta aquí nuestros cinco consejos para responder a preguntas imprevistas en una entrevista de trabajo. Pero probablemente conozcas otras que te hayan sido útiles en situaciones similares, por lo que te animamos a que las compartas con nosotros en los comentarios.
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